Qué es estar sitiado sino imaginar
al otro
desde el lugar del caos y perder
los colores
bajo el polvo terrestre. ¿Imaginas
el rostro de un mundo
sin colores donde todo decaiga en
los pronunciamientos
de un emblema de ausencias y
concatenaciones?
A veces se hace necesario asomar
para que la vibración
vertiginosa no se convierta en la
araña que teje
nuestros sueños.
A veces los bordes son imprecisos y
la figura ajena nos con-
tiene. Es la mirada pájara. La
miríada pájara
que regresa del vuelo subterráneo.
Aquí estoy. Aquí estás.
Aquí, los goznes, las bisagras que
abren y cierran mundos
en la inquietante estirpe que
llamamos humana.
Fuente: Jardín de invierno (inédito).
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