CANTARES GALLEGOS (1872)
III
Lugar más hermoso
no hubo en la tierra
que aquel que yo
miro,
que aquel que me
hiciera.
Lugar más hermoso
en el mundo no
hallara
como aquel de
Galicia.
¡Galicia encantada!
¡Galicia florida!
Como ella ninguna,
de flores cubierta,
cubierta de espumas.
De espumas que el mar
con perlas devuelve;
de flores que nacen
al pie de la fuentes.
De valles tan hondos,
tan verdes, tan
frescos
que las penas se
calman
con tan solo verlos.
Que en ellos los
ángeles
dormidos se quedan,
ya en forma de aves,
ya en forma de niebla.
FOLLAS NOVAS (1880)
III
Como las nubes
que empuja el viento
que ahora oscurecen,
y luego alegran
los espacios inmensos
del cielo,
así las ideas
locas que yo tengo,
las imágenes de múltiples
formas,
de extrañas hechuras,
de colores inciertos,
ahora asombran,
ahora aclaran
el fondo sin fondo de
mi pensamiento.
¡TERRA A NOSA![*]
I
Bajo la plácida
sombra del castaño
de nuestro buen país;
bajo aquellos
frondosos robledales
que endulzan el
vivir;
bajo la higuera del
hogar paterno,
que años cuenta sin
fin,
¡qué cuentos
placenteros, qué amorosos
diálogos se dicen allí!
¡Qué risas se oyen en
las serenas tardes
del cariñoso abril!
Y también ¡qué tristísimos
adioses
se acostumbran a oír!
Fuente: de Castro, Rosalía, Antología
poética, Buenos Aires, Editorial Losada. Prólogo, traducción y notas de
Graciana Vázquez Villanueva.
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