En el mes en que todos recordamos y celebramos a los Maestros, algunas reflexiones del laborioso y apasionado sanjuanino:
“La riqueza de los pueblos modernos es hija de la inteligencia cultivada. Foméntanla caminos de hierro, vapores, máquinas, fruto de la ciencia; dan la vida, la libertad de todos, el movimiento libre, los correos, los telégrafos, los diarios, la discusión, la libertad, en fin.¡Bárbaros! Os estáis suicidando; dentro de diez años, vuestros hijos serán mendigos o salteadores de caminos.
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¿Cómo se forman las ideas? Yo creo que en el espíritu de los que estudian sucede como en las inundaciones de los ríos, que las aguas al pasar depositan, poco a poco, las partículas sólidas que traen en disolución, y fertilizan el terreno.
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Hay en Chile personas candorosas que temen mis ideas, un poco libres en materias filosóficas, lo que lejos de ocultar, me hago un deber y un honor en mostrar a todos, porque la idea sola del disimulo me indigna. Jamás aceptaré sujeción ninguna, impuestas por preocupaciones estúpidas del vulgo, o por la intolerancia de los clérigos españoles. Pero para la educación primaria son otros los principios que me guían. Las altas cuestiones filosóficas, religiosas, políticas y sociales pertenecen al dominio de la razón formada; a los niños, solo debe enseñárseles aquello que eleva el corazón, contiene las pasiones y los prepara para entrar en la sociedad.
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Desde niño he enseñado lo que yo sabía a cuantos he podido inducir a aprender. He creado escuelas donde no las había, mejorado otras existentes, fundado dos colegios, y la escuela Normal me debe su existencia.”
Fuente: Sarmiento, Domingo Faustino, Recuerdos de Provincia, Bs. As., Editorial Tor, s/fecha.