Cuando se abre en la mañana
roja como sangre está;
el rocío no la toca porque se teme quemar.
Abierta en el mediodía
es dura como el coral.
El sol se asoma a los vidrios
para verla relumbrar.
Cuando en las ramas empiezan
los pájaros a cantar
y se desmaya la tarde
en las violetas del mar
se pone blanca, con blanco
de una mejilla de sal.
Y cuando toca la noche
blando cuerno de metal
y las estrellas avanzan
mientras los aires se van,
en la raya de lo oscuro
se comienza a deshojar.
Federico García Lorca
Belleza y fugacidad |
Rosa divina que en gentil cultura
eres con tu fragante sutileza,
magisterio purpúreo en la belleza
enseñanza nevada a la hermosura.
Amago de la humana arquitectura,
ejemplo de la vana gentileza,
en cuyo ser unió naturaleza
la cuna alegre y triste sepultura.
¡Cuán altiva en tu pompa. Presumida,
soberbia el riesgo de morir desdeñas,
y luego desmayada y encogida
de tu caduco ser das mustias señas,
con que con docta
muerte y necia vida
viviendo engañas y
muriendo enseñas!
Sor Juana Inés de la Cruz
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