No olvidéis que la poesía,
si la pura sensitiva o la ineludible sensitiva,
es asimismo, o acaso sobre todo, la intemperie sin fin
cruzada o crucificada, si queréis, por los llamados sin fin
y tendida humildemente, humildemente, para el invento del amor...
Fragmento del poema: Ah, mis amigos, habláis de rimas...
Fuente: Ortiz, Juan L., En el aura del sauce - Antología -, Editada por la Universidad Nacional del Litoral, 1989.
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