viernes, 4 de octubre de 2013

MIS POEMAS: Terruño

Construir. Un trabajo que se impone necesariamente.
Para que una página no diga lo que se espera escuchar.
Y pienso en Filisberto,
con su escritura arbórea,
su ramaje poefantasmático.
Él detrás de cada palabra, recobrando la infalible arquitectura
del subsuelo.
Y entonces vuelvo a mis quehaceres,
a mis manos ásperas de sueño.
El polvo del ladrillo, la cal
embravecida, el agua resplandeciente, untosa
de jabón y de hollín,
La piedra que se alza sobre mi cabeza como una brújula,
el polen desprendiendo su iridiscencia,
la pava en su rezongo dominguero.
Terruño: álbum de fotos familiares,
plantas ancianas y plantas niñas.
Un columpio, el de la noche en vela
y el día en pie.
Construir en medio de.
Construir a partir de.
Construir a pesar de.
Destruir instantes vanos, aguijones invisibles,
gritos de urraca,
fraseo de huracanes, amenaza o relámpagos de ira.
¿Total para qué?
Y mientras se construye y destruye al mismo tiempo,
echando abajo lo que abusa
en materiales descartables y en profecías envenenadas,
crecen muros, y con ellos crece un silencio nuboso,
y una luz repentina, inmanejable.
El sol y la luna atraviesan los cristales y entran a mis dominios.
Van y vienen por los pasillos y los cuartos
de mi casa,
hecha como todo lo mío de palabras y de fe.

Poema perteneciente a Rincón de poesía.

Nota: Este poema, que recientemente ha sido publicado en la revista Hablar de poesía aparece en esa edición con el título Manos a la obra. Como es un texto bastante reciente le cambié el título porque consideré en el momento de su publicación que respondía con mayor justeza a lo que el poema quería expresar.


1 comentario:

  1. Hermosísima. Creo que no puedo después de leerla en un primer momento decir más que eso: ¡hermosísima!. Gracias. Ofelia

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